Darle una nueva vida a una habitación es más fácil y económico de lo que muchos pueden creer. Si quieres emprender este reto, a continuación, te explicamos unos sencillos trucos que se deben seguir para remodelar una habitación y así, puedas por fin, darle el look que tanto deseabas a esa estancia.
1. Plan en mente
Primeramente, lo que se debe tener en cuenta es que, al tratarse de una remodelación, esto implica contar con unos muebles y una decoración anterior que ahora no acaba de convencernos tener en casa; ya sea porque no nos aporta el espacio necesario, porque no va a juego con el resto de la casa o porque, simplemente, nos hemos cansado de como luce esta estancia.
Por tanto, el primer paso a tener en cuenta antes de deshacernos de muebles o comprar nuevos, es crear un plan para cómo queremos arreglar la habitación. En este plan hay que ver si los muebles con los que se cuenta todavía sirven para lo queremos conseguir (y de esta forma ahorrar bastante dinero), se necesitan más para guardar todo lo que se tiene o, por el contrario, si ocupan mucho espacio o están en mal estado, lo mejor es deshacerse de estos.
Una vez se tiene en mente el plan de remodelación de la habitación, en el que se tendrá en cuenta el estilo a conseguir, y si los muebles actuales sirven o no, ¡hay que ponerse manos a la obra de una vez!
2. Pintar
Empezamos por la pintura de las paredes.
La gran mayoría de veces, el color de las paredes que hay en una habitación que se quiere remodelar, no suele ser el más idóneo para lo que se tiene en mente y gran parte del tiempo el color que hay se le acaba cogiendo manía, ya que nos cansamos de ver el mismo día tras día. Así que, para cambiar el color de la estancia, hay que tener muy presente cual va a ser el estilo definitivo de la habitación. De la misma manera que se debe tener en cuenta si se quiere aportar más luminosidad, o amplitud a la estancia, ya que, de todos estos aspectos, dependerán los tonos más acordes para pintar la habitación.
Para ayudarte un poco te ofrecemos una serie de ejemplos: si en tu caso se pretende jugar más con la decoración de la habitación, lo mejor es pintar las paredes en blanco y posteriormente, darle los toques de color necesarios con los objetos que se vayan colocando tanto en las paredes, como en los muebles, o utilizando estos últimos como toque de color para la estancia pintándolos uno mismo con los colores que vayan acorde con la tonalidad de colores.
Si, por el contrario, se quiere ser más arriesgado; los tonos azules y verdes oscuros están muy de moda últimamente. Aunque si decides tirar por esta opción, has de tener en cuenta que lo mejor es pintar solo una pared para no sobrecargar el cuarto.
Finalmente, si lo que se quiere conseguir, es una habitación más elegante, los colores grises son tu salvación, pero te sugerimos que estos sean tonos de gris claro si lo que se pretende es pintar toda la habitación de un mismo color.
Para los que no lo tienen claro, este artículo Tips para elegir los colores de una habitación puede ser de gran ayuda.
3. Organización
Ya decididos con qué colores pintar nuestra habitación, es importante tener en cuenta la organización de la habitación. Para que la remodelación de la habitación salga bien, hay que ser muy preciso con lo que se habrá en ella y cómo estará.
Da igual que se usen los mismos muebles o se pongan de nuevos. Amueblar la habitación de nuevo es uno de los procesos más complicados, ya que se tiene en mente la disposición anterior y la que, seguramente en su momento, fuera la mejor opción para la colocación de esos muebles. No obstante, si se mantienen los muebles antiguos, puede que la colocación de estos no sea la única forma posible para sacar el máximo partido al cuarto y si se colocan muebles nuevos, hay que intentar olvidarse del tipo de muebles que hay y pensar más allá. Para esto, lo recomendado es dibujar en un papel la habitación e ir colocando los muebles (tanto viejos como nuevos), intentando acercarse lo máximo posible a las mediadas reales, e ir colocándolos de diferentes formas posibles hasta dar con la que creamos que es la óptima para el cuarto.
Si prefieres amueblar la habitación desde 0, para elegir los nuevos muebles y para que no se repitan los errores del pasado, intenta comprar los muebles que te sean necesarios, pero con formas más arriesgadas o que tengan una personalidad o un estilo que sean lo que se está buscando, en vez de tirar por los muebles más básicos.
Pero la organización no depende únicamente en la colocación de los muebles. Una vez se tengan estos colocados hay que pasar a una de las partes más divertidas: organizar los objetos que se tengan, tanto de decoración como funcionales, ¡Importante! que sigan con la armonía de la habitación lo máximo posible. Por ejemplo, los objetos decorativos deben ir acorde a los colores o tones de las paredes, ya que ayudará a generar una sensación de paz en la habitación que hará que quieras pasar más rato en ella y disfrutarla con el propósito para la cual está pensada, y lo más importante: te volverá a enamorar.
4. Cama
Otro truco, y uno de los más sencillos para un cambio está relacionado con la cama.
La cama es la pieza central en la gran mayoría de habitaciones, y si se pretende remodelar una habitación que cuente con ella, las ideas que te vamos a proponer te encantarán:
La primera, y la que puede generar un poco más de inconveniente; es añadir/ cambiar el cabezal. Añadir un cabezal a la cama que acompañe el estilo y la tonalidad de la habitación es muy fácil. Cada vez está más de moda que los cabezales sean de las piezas más importantes de la habitación, por ello, podrás encontrar una gran variedad de cabezales que vayan acorde con el estilo que se quiere conseguir en el cuarto.
Pero, si no te gusta lo que encuentras o simplemente eres un apasionado/a de las manualidades, puedes crear tu propio cabezal usando cualquier elemento que lo permita, como, por ejemplo, tablas de madera con la que conseguirás un perfecto cabezal rústico a la par que moderno.
La segunda idea, es más sencilla y al alcance de cualquiera.
Es tan fácil como cambiar el cubrecama y los cojines escogiendo tonalidades o estampados que mejor se adapten al nuevo estilo de la habitación. Además, con este truco, uno se puede permitir ser más arriesgado a la hora de poner un color o una forma en concreto, ya que si no gusta o una se cansa de está elección, es tan fácil con deshacerse de estos u comprar algo más sencillo o que guste más.
Si este artículo te ha ayudado a inspirarte para lanzarte por fin a un cambio, pero no sabes qué estilo iría mejor, te dejamos este artículo que seguro puede ayudarte: 6 estilos de decoración para amueblar un dormitorio.